Una de las razones esenciales por las cuales la migración a la nube se ha vuelto cada vez más frecuente radica en la creciente diversificación y sofisticación de las ofertas de servicios informáticos en la nube. Los principales proveedores de nube, a veces denominados proveedores de gran escala, presentan ahora una amplia variedad de alternativas que trascienden los convencionales servicios de nube pública e incluyen los cuatro modelos de despliegue a continuación:
La nube pública representa el paradigma tradicional. Las organizaciones adquieren espacio en los servidores del centro de datos del proveedor de servicios en la nube, ya sea basándose en el uso o mediante suscripción. Los clientes de ese proveedor comparten la infraestructura de servidores.
La nube privada se configura al reservar un servidor completo o racks específicos de un servidor en el centro de datos en la nube para una organización. Dependiendo de los requisitos del cliente, algunos proveedores de servicios en la nube pueden ubicar hardware dedicado en el centro de datos de la organización, sin dejar de encargarse de su gestión.
En la nube híbrida, una organización traslada parte de sus datos y aplicaciones al centro de datos de un proveedor de nube y mantiene el resto en su propio centro de datos. Esto da lugar a una arquitectura híbrida compartida para respaldar las aplicaciones, y la elección de este modelo puede basarse en políticas o normativas de residencia de datos.
Multicloud implica el proceso de migrar aplicaciones y datos a diversos proveedores de nube. Esto permite a una organización ejecutar cargas de trabajo con el proveedor de nube especializado en un tipo específico de servicio. Por ejemplo, una organización podría gestionar su servidor de aplicaciones en una nube y sus operaciones de base de datos en otra.
